¿Conoces la filosofía del Slow Life?

En sus comienzos, fue un movimiento en reacción a la comida rápida. El Slow Food promovía los beneficios de prestar atención a la calidad y la procedencia de las materias primas, a la forma de cocinarlas y al disfrute del proceso y el resultado.

El enfoque fue ampliándose hacia otras facetas de la vida como el ocio, el trabajo o incluso el sexo.

Se trata de bajar el ritmo. De hacer menos, haciendo más de lo importante.

Hasta aquí, todo bien, pero ¿eso cómo se hace? Entre el trabajo, los niños, la casa, la familia,… tenemos la sensación de que si nos da por frenar, nos quedamos atrás. Y cada vez que paramos, nos cuesta muchísimo ponernos al día.

Y ¿qué es lo importante? Y ¿cómo se hace para dejar de hacer lo que no es importante?

Todo esto se puede aprender.

Si estás en Lanzarote, el día 2 de febrero de 2020, vamos a hacer una formación presencial. Libby Hargreaves y yo vamos a hablar sobre cómo ser productivos con propósito, de cómo tener un sistema de productividad que funcione, de cómo hacer que en nuestro sistema de productividad estén las tareas que nos llevan a donde realmente queremos ir y de cómo saber a dónde queremos ir.

La información está aquí: