Hablando de comunicación efectiva. Hace unos días presencié una discusión en la que uno decía: ¡eres el peor empleado que he tenido!
Yo por menos de eso he perdido amistades.
No, en serio ¿qué finalidad puede tener hacer una declaración de ese tipo? A mí solamente me cabe si va seguida de una carta de despido. Incluso en esos casos me parece totalmente inapropiada.
Pero si esa persona va a seguir siendo un empleado, me parece un error mayúsculo. No provoca un revulsivo en quien la recibe, no motiva a mejorar, no da espacio a la reflexión, no construye nada, sólo destruye.
Este es un ejemplo extremo, lo sé. Pero no está muy alejado de la manera habitual de ofrecer retroalimentación. Generalmente es más respetuosa, pero igual de efectiva.
Una retroalimentación efectiva debe:
- ser respetuosa,
- apuntalar los aspectos positivos,
- generar reflexión sobre los aspectos mejorables,
- promover que las vías de mejora partan de la persona que recibe el feedback,
- aceptar la posibilidad de estar equivocado.
Si te aseguras de cumplir estos 5 puntos, tu comunicación rozará la exquisitez. Sirve en el trabajo, con tu pareja, con tus amigos, con tus hijos, con cualquiera, en cualquier entorno.